Hace días publicaba este tweet en mi perfil: «Si estás triste, viaja. Si estás feliz, viaja. Si te han roto el corazón, viaja. Si estás enamorado, viaja. Si quieres aprender, viaja. Si quieres conocer gente, viaja. Si quieres experimentar cosas nuevas, viaja. Si quieres abrir tu mente, viaja. Viaja, viaja, viaja.»
Las respuesta que me dieron, entre otras, fueron: «Págamelo», «para eso se necesita dinero…», «no tengo dinero». Así que aquí viene una breve explicación de «viajar como estilo de vida» sin necesidad de ser millonario.
Está claro que yo ahora mismo gracias a mi trabajo puedo viajar con muchas más facilidades y a mejores precios que alguien que no se dedique a la aviación. Pero no siempre trabajé volando, no siempre tuve una nómina aceptable, no siempre tuve ahorros… y viajé igualmente. A día de hoy es muy sencillo viajar con poco presupuesto. Cuando todavía estaba en 4º de carrera hice un viaje low cost a Italia y Grecia con una amiga. El lugar de reservar alojamientos a través de Booking, lo hicimos a través de Couchsurfing, con lo cual el coste de hospedarnos en las distintas ciudades que visitamos fue de 0€. ¿Qué es Couchsurfing? Ellos se definen como «una comunidad global de viajeros y anfitriones».

Puedes viajar a lo largo y ancho del planeta quedándote en casa de gente local que te abre las puertas de su casa y, si quieres, comparten contigo la experiencia del viaje. ¿Qué hay mejor que conocer un lugar con alguien local? ¿Qué mejores recomendaciones vas a conseguir? Para viajar no hace falta dormir en hoteles 5*, ni volar en Business Class… Cambia el chip. Si te sale muy caro un vuelo directo, economiza haciendo una escala (incluso un par). Si no te hace gracia lo de Couchsurfing, comparte habitación en un hostel o busca un Airbnb baratito.
Quizás para ti es más importante tener el móvil último modelo, un coche de alta gama y pedir comida a domicilio cada día. Para mí es más importante tener un dinero guardadito para viajes y escapadas. Si se quiere viajar barato, se puede. Aprovecha las oportunidades que se te brindan. Yo lo hice en la universidad con dos becas de movilidad: la Sicue-Séneca y el Erasmus. También trabajé como au pair, ¡no veas qué viajes low cost hice en esas épocas sin tener un chavo!
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