Zapatos cómodos para volar

Una de las preguntas que más me hacéis las compañeras por Instagram es que qué tipo de zapatos uso para volar (os recuerdo que nosotros no decimos «trabajar» si no «volar», así que esto no quiere decir que los zapatos que os voy a recomendar sean voladores ni nada por el estilo…😂).

En mi aerolínea nos dan zapatos como parte de la uniformidad, pero podemos llevar otro modelo si nosotros queremos. Normalmente en la mayoría de aerolíneas, las mujeres, tenemos dos opciones de tacones: unos más altos que se usan para embarcar, desembarcar y caminar por la terminal del aeropuerto, y otros más bajos que denominamos «zapatos de servicio».

Una vez que se cierran puertas, se hace la demostración de emergencia a los pasajeros y despegamos, nos cambiamos los zapatos altos por los bajos, para empezar con el servicio a bordo («pasar el carro», como decimos coloquialmente) y estar más cómodas.

A pesar de que los que nos ponemos para trabajar en la cabina son más bajos, siguen siendo zapatos de tacón y después de 12h de pie también molestan. La altura de los tacones depende de las normas de cada compañía, suele haber un mínimo para ambos tipos. Algunas empresas se los dan a los trabajadores como parte de la uniformidad, y otras no.

Los que nos provee a nosotros la compañía son zapatos aptos para trabajar, negros, con tacón de goma y suela antideslizante de la marca Dian. Realmente no son los tacones más bonitos del mundo pero cumplen su función. Solamente nos facilitan los zapatos altos que son obligatorios (los de embarque y desembarque) así que los bajos, si los quieres, te los has de comprar tú por tu cuenta.

Los obligatorios son los altos, el cambiarse para el servicio es algo opcional, pero normalmente casi todas nos cambiamos porque nuestras jornadas son muy largas y se nos acaban resintiendo los pies y las piernas a lo largo del día.

Mis primeros zapatos para volar fueron de la marca Pitillos, muy sencillos negros de piel y de unos 6 centímetros. Cuando yo empecé en la aerolínea no daban zapatos, cada uno se comparaba los suyos, y yo no sabía que las tripulantes se cambiaban a bordo los zapatos, así que solamente tenía un par, que eran los altos.

Después de mi día de FAM y los vuelos que me programaron en mi primera semana como tripulante, tenía los pies tan doloridos que si me los hubiesen amputado no habría sentido nada. Con lo cual como podéis suponer, lo primero que hice en mis días OFF fue salir a comprarme otro par de zapatos, pero de servicio. En una zapatería de barrio encontré unos Pitillos parecidos a los que ya tenía, pero más bajos, eran perfectos para el servicio, así que me los compré.

Años después la aerolínea empezó a incluir de nuevo los zapatos como parte de la uniformidad y cuando me los probé por primera vez me gustaron (es decir, me resultaron cómodos, porque bonitos bonitos no son…) y empecé a usar esos. Cuando se me empezaron a desgastar por la punta por culpa de los pestillos de los carros del galley, y se pusieron feos del trote que llevaban, pedí otros a la compañía para sustituir a los antiguos.

Mi sorpresa fue que, cuando me llegaron y a pesar de ser los mismos y de la misma marca, la horma no era igual y me hacían un daño tremendo. La punta era mucho más estrecha y sentía los dedos totalmente aprisionados. Recuerdo que los estrené para un día de 4 saltos (craso error) y cuando llegué a casa tenía los pies destrozados. Como los anteriores ya estaban viejitos, volví a usar los Pitillos que tenía olvidados en el armario hasta que, un día volando con una compañera que se llama Laura, me habló de sus Geox. ¡Gracias Laura si me estás leyendo!

Geox para mí siempre ha sido la típica «marca de madres» no sé por qué, pero era la idea que yo tenía de este calzado. Supongo que porque mi madre tiene algún par y los diseños que yo veía no eran muy de mi gusto en aquel entonces. Pero las navidades pasadas Álvaro me regaló unas botas negras altas de tacón cuadrado (elegidas por mí) de Geox que son muy monas, la verdad. A partir de ahí me cambió la visión que tenía de esta marca.

New Annya Mid de Geox

Laura me dejó probar sus zapatos ese día en el avión y me dijo que los había comprado por Amazon a muy buen precio. El tacón era similar al de mis botas así que supuse que me serían cómodos con lo cual los compré para ver qué tal. Cuando me llegaron me quedaban bastante flojos, así que os aconsejo que os cojáis una talla menos (o media talla, que también hay la opción) de la que utilicéis habitualmente, porque calzan grande. Yo calzo un 39 y es el número que siempre compro, pero en estos zapatos uso el 38,5.

De todas formas sabéis que la política de devolución de Amazon es muy flexible, así que los primeros que me llegaron (que fueron los de la talla 39) los devolví y me compré el 38,5. Quizás el 38 me iría bien también pero al final volando se me hinchan bastante los pies y prefería que me quedasen un poquito más holgados para estar cómoda.

Otra opción, si no queréis arriesgar, es que vayáis a una tienda Geox (suele haber la marca en grandes superficies y centros comerciales) y os los probéis in situ. Si finalmente decidís comprarlos por Amazon porque salen mejor de precio, al menos ya sabéis que vais a acertar con la talla. Yo como soy muy impaciente me los compré directamente el día que volé con Laura (y eso que hay una tienda Geox en la T1 del aeropuerto de Barcelona) habiéndome probado los suyos en el avión.

El modelo que me compré como zapatos de embarque, es el Geox «New Annya Mid», los podéis ver aquí. Para ser los típicos zapatos de trabajo son bastante bonitos y la verdad es que son comodísimos (que es lo realmente importante). De hecho la mayoría de veces, si solo tengo un ida y vuelta, ni tan siquiera me cambio a los de servicio, porque los aguanto muy bien. Curiosamente los de la medida de tacón que yo tengo (5,5cm), son los que usan muchas compañeras como zapatos bajos de servicio.

Chloo de Geox

Como me fueron muy bien estos zapatos, me compré también por Amazon el modelo Geox «Chloo Mujer» que son prácticamente iguales pero más bajos (3 cm, aptos para el servicio), los podéis ver aquí. Estos también son bastante estéticos y bonitos (para mi gusto, claro) y son una maravilla trabajar con ellos.

Os dejo ambas recomendaciones por si os es útil esta información cuando os toque renovar calzado para volar, ¡espero que os guste!

En este vídeo que compartí en mi perfil de TikTok enseño ambos zapatos, por si os interesa echarle un vistazo 😊.

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Autor: Azafata hipóxica

Soy Andrea Enríquez, nací en Santiago de Compostela en el último año capicúa de los 90. La primera vez que me subí a un avión fue como UM con 6 años, desde entonces no me he vuelto a bajar. Publicista desde 2013 y tripulante de cabina desde 2015 comparto mi día a día en redes través de mi álter ego Azafata hipóxica.

Un comentario en “Zapatos cómodos para volar”

  1. Un artículo muy informativo así como útil no solamente para las chicas TCP sino también para ejecutivas y para personas que requieran comodidad y seguridad al caminar.
    Ya había extrañado tus artículos.

    Me gusta

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